Los Acuerdos de Oslo, la Autoridad Palestina y sus relaciones con el Estado colonial israelí, una historia de trucos, manipulaciones y mentiras

Carta Semanal 968 en catalán

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En estos momentos, ante la masacre de Gaza y la movilización internacional contra ella, los dirigentes de los EE.UU., de la Unión Europea y el presidente pedro Sánchez sacan del baúl de los recuerdos, donde ha dormido un sueño de añas, el polvoriento plan de “dos Estados” en Palestina. Reproducimos, con algunas notas y aclaraciones, un artículo aparecido en el periódico francés Informations Ouvrières sobre los acuerdos de Oslo, expresión de la “solución de los dos Estados”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acaba de declarar que una vez que Hamas sea erradicado, “Gaza y Cisjordania deberían reunificarse bajo una sola estructura de gobierno, eventualmente bajo una Autoridad Palestina revitalizada”.

La Autoridad Palestina fue fundada en 1993 tras los Acuerdos de Oslo firmados entre el primer ministro israelí Ythzak Rabin y el presidente de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), Yasser Arafat, bajo la tutela del presidente estadounidense Bill Clinton, que fue el verdadero autor intelectual. Sigue leyendo

Las contradicciones del nuevo gobierno

Carta Semanal 967 en catalán

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Casi cuatro meses después de las elecciones del 23 de julio, se ha llegado a la formación del gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar, basado en acuerdos con otras formaciones. Ahora toca ver qué política va a desarrollar, pero a nadie se le oculta que ese gobierno se va a enfrentar a poderosos obstáculos, algunos de ellos debidos a su dependencia de la Unión Europea y del imperialismo americano a través de la OTAN, otros a la oposición y el boicot por parte del aparato de Estado heredado del franquismo y sus representaciones políticas (PP, Vox y la morralla que se ha movilizado con ellos), un aparato que el Gobierno no duda en preservar. Otros obstáculos surgen, directamente, de las decisiones del propio gobierno. Sin poder ser exhaustivos, vamos a analizar algunos aspectos que pueden ilustrar la situación general.

La cuestión de las pensiones

El Gobierno se ha comprometido a mantener la subida de las pensiones según el IPC medio del año anterior, una conquista arrancada por los y las pensionistas con su movilización. Pero al mismo tiempo ha de cumplir sus compromisos con Bruselas y aplicar la reforma Escrivá.

La Comisión Europea tiene la potestad de hacer la auditoría sobre el desarrollo de la reforma de pensiones. Y según publica El Economista, la primera revisión prevista “avanza medidas necesarias por valor del 0,8% del PIB, según la AIReF, el equivalente a un desajuste de 10.700 millones que deberá pactar la nueva ministra”. La misma publicación señala que el Banco de España (institución subsidiaria del Banco Central Europeo) “viene alertando de la necesidad de incluir nuevas medidas por la vía del gasto, de los ingresos o una combinación de ambas para cubrir las necesidades del sistema de las pensiones”. Es decir, aumentar las cotizaciones o las aportaciones del Estado (en un marco de reducción pactada con la UE del déficit y la deuda, y de subida del gasto militar) o recortar las pensiones. Todo eso en un contexto en que el gobierno saliente se ha negado reiteradamente a cumplir el mandato legal de una auditoría de las cuentas de la Seguridad Social que dispararía toda duda sobre la sostenibilidad del sistema, y el nuevo gobierno no ha incluido, tampoco, esa auditoría entre sus objetivos. .

Al mismo tiempo, señala la misma publicación, ha de aplicar lo dispuesto en la reforma Escrivá sobre “el desarrollo del fondo público de pensiones que gestionarán cinco empresas privadas”. Y “los planes del Ministerio pasan por resucitar el ahorro del plan de pensiones de empleo de la Administración General del Estado”.

Además, el Gobierno ha decidido transferir la gestión de la Seguridad Social a Euskadi, un paso hacia la ruptura de la Caja única. Y, a partir de ahí, se podría abrir una  lógica  de que las 17 comunidades lo pidan.

Todas esas cuestiones van a enfrentar a la nueva ministra con el movimiento de pensionistas, movimiento independiente que se basa en el principio de que “gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden”.

El boicot del poder judicial y del aparato de Estado en general

Los pronunciamientos del Consejo del Poder Judicial, de los fiscales, de las juntas de jueces de numerosas provincias, contra la amnistía y contra la inclusión del lawfare en el acuerdo del PSOE con Junts auguran una fuerte actuación del aparato judicial para interferir, paralizar o boicotear la aplicación de las medidas que apruebe el nuevo gobierno. Empezando por la amnistía que, según el texto del proyecto de ley presentado debería aplicar cada juez o tribunal en cada caso concreto pero extendiéndolo a cualquier otra medida de progreso o de desarrollo de derechos.  Aparato judicial que forma parte de un aparato de Estado que actúa en colusión con las distintas representaciones políticas del franquismo.

Se prevé una tortuosa tramitación de la ley de amnistía en el Senado y una más que probable remisión del texto al Tribunal Constitucional, que puede paralizar cautelarmente su aplicación, y, más tarde, anularla total o parcialmente. Ya ha empezado el juego de los franquistas para deformar el TC y evitar que apruebe la amnistía. El apartarse un miembro del TC de un paso preliminar mientras todos los nombrados por el PP, enemigos declarados de la amnistía, siguen en sus puestos, va en la línea del sabotaje que transformó el TC para que se cargase el Estatuto catalán.

Entretanto, el poder judicial sigue actuando para poner obstáculos o incluso dinamitar las alianzas que han permitido la formación del Gobierno. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, instructor del caso Tsunami, ha pedido a las autoridades de Suiza que la policía helvética localice a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, huida a ese país desde marzo de 2018, como paso previo para solicitar su detención y entrega a España. Todo ello basado en la acusación de terrorismo hecha recientemente contra la dirigente republicana, acusación que el mismo juez parece haberse inventado.

Gobernar conviviendo con el aparato judicial (y con el ejército, la Guardia Civil, la policía y los altos cuerpos de funcionarios, cuerpos franquistas heredados de la dictadura sin depuración alguna según lo pactado por los dirigentes del PSOE, el PCE y nacionalistas en la llamada “transición”, y que ya se han manifestado en contra de la formación del gobierno) es un camino muy difícil. Por eso siempre hemos señalado que un verdadero progreso social y democrático exige la ruptura con esas instituciones y con la Monarquía, exige la República.

La sumisión a las normas de la Unión Europea

Ya en el mes de abril, el gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz acordó con la Comisión Europea –en el Programa de Estabilidad 2023-2026 y el Programa Nacional de Reformas 2023– adelantar a 2024 la reducción del déficit público al 3%, un año antes de lo previsto. Lo que significa reducirlo casi 2 puntos en 2 años, ya que el déficit público cerró 2022 en el 4,8% del PIB. También se comprometió a continuar la reducción de la deuda, tras la disminución de cinco puntos el pasado año, hasta situarse por debajo del 110% en 2024, un año antes de lo previsto.

Compatibilizar las promesas de incremento del gasto en sanidad (que necesita una inyección urgente de fondos para recuperarla de los gravísimos efectos de los enormes recortes sufridos entre 2020 y 2017 y las consecuencias de la pandemia), en enseñanza y en los servicios e infraestructuras públicas con estos compromisos de recorte de déficit y deuda va a ser una verdadera cuadratura del círculo. Más aún teniendo en cuenta los compromisos de incrementar el gasto militar.

La movilización de la población en defensa de su sanidad y su educación pública tendrá que exigir al Gobierno que financie la sanidad, la enseñanza o el transporte, y oponerse a cualquier decisión gubernamental que las sacrifique.

Y la subordinación a los Estados Unidos

La subordinación del gobierno español –y de todos los gobiernos europeos– al principal imperialismo, el de los EE.UU. condiciona toda la acción exterior del gobierno. Un gobierno que se ha sometido en lo referente al apoyo a la guerra en Ucrania y en el apoyo al supuesto “derecho a la defensa” de Israel, que justifica el genocidio contra el pueblo palestino. Los llamamientos con la boca chica– a un “alto el fuego” o a “pausas humanitarias” no son más que hipocresía. Como ilustra el caso del alto representante de la Unión Europea para política exterior, Josep Borrell, demostrada recientemente en una entrevista con Al Jazeera: 

“¿Consideran que lo que lleva a cabo Israel son crímenes de guerra?”, le pregunta el entrevistador, sobre la postura de la UE. “Yo no soy abogado, pero hay una Corte Penal Internacional que se hará cargo de una investigación”. Inmediatamente después de esa afirmación, el presentador le pregunta: “¿La postura de la UE es que lo que llevó a cabo Hamás el 7 de octubre son crímenes de guerra?”. Y Borrell responde tajantemente: “sí, lo consideramos un crimen de guerra, porque los civiles fueron asesinados claramente sin ningún otro motivo, aparte de que se encontraban allí”.

El entrevistador responde: “¿Cómo puede ser tan claro a la hora de acusar a Hamás de crímenes de guerra, pero cuando le he preguntado por Israel me ha respondido que no es abogado?”.

Pedro Sánchez ha visitado Israel, donde ha declarado a Netanhayu su total apoyo ante el terrorismo de Hamas, precisamente en un momento en que el clamor mundial por el alto el fuego obligaba a Israel a firmar una tregua. Mientras el Gobierno manifiesta su apoyo al Estado sionista, sigue comerciando con Israel, le suministra armas y consiente las constantes intromisiones de la embajadora del Estado sionista en la política española, decenas de miles se manifiestan en las calles en solidaridad con Palestina, piden al Gobierno la ruptura de relaciones con Israel, exigen el boicot al comercio con Israel. 

Por la independencia del movimiento obrero

La situación que hemos expuesto de manera general aboca a una conclusión: el movimiento obrero y popular, si quiere defender sus conquistas sociales y democráticas, y conseguir la satisfacción de sus reivindicaciones, las organizaciones obreras, y, en particular, los sindicatos, si quieren ser fieles a los objetivos para los que fueron fundados y para los que los trabajadores y trabajadoras se unen a ellos, no pueden subordinarse a las decisiones y necesidades del gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Representan a la mayoría y han de actuar y organizarse de manera independiente, guiándose exclusivamente por las necesidades y reivindicaciones de la clase trabajadora y de los pueblos del Estado. Ha de guiarse por el principio de que, gobierne quien gobierne, las reivindicaciones se defienden y al Gobierno se le exige que las cumpla.

Hay que levantar, unidos, un muro frente al franquismo

Carta Semanal 966 en catalán

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Hasta este jueves en que Pedro Sánchez ha sido de nuevo investido como presidente por 179 votos contra 171, el Congreso de los Diputados ha vivido momentos de tensión desconocidos desde la elección, en 1977, de las primeras Cortes después de la muerte de Franco.

Los insultos soeces (tan propios del franquismo), las acusaciones, las calumnias, han sido lo permanente de estos días. Todo ello mientras, desde hace ya 15 días varios miles de franquistas extremos asedian la sede central del PSOE, en la calle de Ferraz (a la vez que otros intentos menores se han realizado en otras ciudades). En Ferraz se ha podido ver cómo dirigentes de Vox –y alguno del PP-  se codeaban con los que cantaban el Cara al Sol, y asistían como si nada pasara a las arengas a un Alzamiento nacional. Y todo ello amenizado con rezos del rosario “por la salvación de España”, ondear de banderas de Falange y otras con el águila de la dictadura, de esvásticas, de banderas carlistas. Tampoco han faltado los “rojipardos” del Frente Obrero. Sigue leyendo

Movilización de los franquistas contra la amnistía

Carta Semanal 965 en catalán

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Distintas organizaciones del franquismo político han convocado movilizaciones ante las sedes del PSOE en contra de los acuerdos con ERC y Junts y, en particular, de la inclusión de la amnistía en esos acuerdos. La prensa resalta la participación de lo que llaman “grupúsculos de ultraderecha” ¿de qué se asombran? Los “Hazte Oír”, “Desokupa”, las Falanges y toda la basura que se ha juntado en esas concentraciones son una faceta más del franquismo político, perros de presa que conviven perfectamente con los Abascal, las Esperanza Aguirre, etc. Sigue leyendo

La IV Internacional y la cuestión palestina

Carta Semanal 964 en catalán

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La IV Internacional tomó posición contra la partición de Palestina en 1947.

El editorial de la revista IV Internacional decía entonces:

“La posición de la Cuarta Internacional frente a la cuestión palestina continúa siendo tan clara como en el pasado. Estará en la vanguardia del combate contra la partición, a favor de una Palestina unida e independiente, en la que las masas determinaran soberanamente su destino mediante la elección de una Asamblea Constituyente (…) Más que nunca es necesario llamar al mismo tiempo a las masas trabajadoras de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Australia, al pueblo trabajador de cada país a luchar por la apertura de las fronteras de sus países respectivos a los refugiados, a las personas desplazadas, a todos los judíos deseosos de emigrar, sin discriminación. Sólo si llevamos adelante seriamente, efectivamente y con éxito este combate podremos explicar a los judíos por qué no hay que caer en la trampa palestina. La experiencia terrible que espera a los judíos en el Estado en miniatura crea al mismo tiempo las premisas de la ruptura de amplias masas con el sionismo criminal. Si tal ruptura no se produce a tiempo, el “Estado judío” se ahogará en sangre”. Sigue leyendo

Acuerdo de gobierno PSOE-Sumar

Carta Semanal 963 en catalán

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El pasado 23 de julio, la movilización de una parte importante del electorado cerró al paso a una victoria del bloque de los franquistas (con sus versiones de derecha y ultraderecha), al privarles de la mayoría que esperaban.

Tras la pantomima del intento de investidura de Feijoo –decidida por el Rey- ahora tocaría a Pedro Sánchez intentar la formación de gobierno. Somos partidarios de la formación de un gobierno que se apoye en la movilización popular para dar satisfacción a las reivindicaciones de la clase trabajadora y de los distintos pueblos del Estado español. Sigue leyendo

El “desorden” mundial y la resistencia de los trabajadores y los pueblos

Carta Semanal 962 en catalán

El presidente de los EE.UU., Joe Biden, se ha apresurado a viajar a Israel para manifestar expresamente su apoyo a las acciones de guerra del Estado sionista contra Gaza (y, al mismo tiempo, también contra los palestinos de los territorios ocupados y contra el sur del Líbano), mientras una oleada de represalias se abate sobre los trabajadores árabes de Israel, acusados masivamente de “apoyar el terrorismo de Hamas”. Para camuflar su apoyo los crímenes de guerra del ejército de Israel, Biden ha hecho aprobar al gobierno hebreo un supuesto permiso para que llegue ayuda humanitaria desde Egipto a Gaza. El hecho es que Israel ha accedido a permitir el paso de ¡20 camiones al día!, para más de dos millones de palestinos de Gaza. Sigue leyendo

Alto a la destrucción de Gaza

Carta Semanal 961 en catalán

El alto mando del Ejército sionista ha conminado al millón cien mil habitantes del norte de Gaza para que en 24 horas abandonen sus casas pues al parecer van a iniciar una ofensiva terrestre después de seis días de intensos bombardeos.

 Desde hace 8 días de intensos bombardeos sobre Gaza ya se cuentan más muertos entre la población civil que durante la guerra de 2014, anunciando lo que pretende a nivel masivo el ejército sionista. Los portavoces de la ONU han declarado que “es imposible que el movimiento de personas de esta amplitud se pueda producir sin consecuencias humanas dramáticas”. Entretanto, el Estado de Israel ha cortado el suministro de agua, electricidad y alimentos a la Franja de Gaza, una medida considerada como un crimen de guerra. May Golan, ministra de los Derechos de la Mujer en Israel, llama al exterminio total de los gazatíes, declarando que “algunas almas frágiles están explicando que la mayoría de los residentes de Gaza son población civil no implicada, por lo que no debemos hacerles daño. Nada de eso. Tenemos que destruirlos hasta la médula”. El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, declaraba que “Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia”. El Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios, Ghasán Alian, declaraba que “Los animales humanos deben ser tratados como tales. Israel ha impuesto un bloqueo total a Gaza. No habrá electricidad ni agua, sólo destrucción. Queríais un infierno y tendréis un infierno”. En estas palabras puede sentirse un eco de las de los responsables de las SS hitlerianas, cuando decretaron el corte de agua del gueto de Varsovia, en 1943, y tildaban a los judíos hacinados en el mismo de “subhumanos”. Sigue leyendo

Sus aliados empiezan a abandonar a Zelenski

Carta Semanal 960 en catalán

Hace apenas unos meses, parecía que el frente de apoyo al gobierno de Ucrania, encabezado por el gobierno Biden, al que seguían la OTAN y la Unión Europea, con el eximio Borrell a la cabeza, era fuerte y monolítico. Hoy, más de 18 meses después del inicio de la invasión rusa, el presidente ucraniano ve disminuir la ayuda occidental con cada semana que pasa. Aunque la mayoría de sus aliados siguen proporcionando suministros militares a Kiev, algunas cancillerías cuestionan su posición.

Zelenski redobla sus presiones, ha viajado a Canadá, a los Estados Unidos, a la cumbre de Granada (que no es exactamente una cumbre de la UE, sino de la “Comunidad Política Europea”, un engendro sin poder creado a iniciativa de Macron al inicio de la guerra… o sea los 27 más 22). Pero, aunque las declaraciones de apoyo no faltan, los hechos no las corroboran.

Ruptura en los Estados Unidos

El punto de inflexión parte de la situación en que se encuentra la administración norteamericana, en un marco de cambios cualitativos en la situación política mundial, en que el mundo, o sea, las instituciones, los regímenes, los partidos y las alianzas que surgieron de 1945 se resquebrajan. En este marco, la guerra de Ucrania ha aparecido como un acelerador de todos los conflictos.

Es una expresión de la bancarrota del modo de producción capitalista. Un mercado mundial al borde de la dislocación y que se reduce, a pesar de la sobreproducción de mercancías, y, en particular, alimentos y energía, que llevan a una guerra en todos los frentes, incluido el militar, para controlar este mercado.

La crisis en los Estados Unidos alcanza dimensiones inéditas. Tras el frustrado asalto al Capitolio, ahora éste sufre una voladura desde dentro. El presidente de la Cámara de representantes, Kevin McCarthy, ha sido expulsado de su cargo, para acceder al cual ya fueron precisas 15 votaciones. No es una anécdota. Se trata de la tercera autoridad del país. Al mismo tiempo, el presupuesto federal está congelado. Para evitar el cierre inmediato de la Administración, se han habilitado unas medidas provisionales de 45 días de duración (precisamente el apoyo a ellas ha sido el desencadenante de la expulsión de McCarthy). En esas medidas provisionales, se ha anulado la parte destinada a más armas para Ucrania (que ya se había reducido previamente de 24 000 millones de dólares a 6 000).

No es una cuestión puramente militar, ya que Biden tiene los mecanismos para intentar eludir la cuestión, aunque el Pentágono ha lanzado un grito de alarma. Es un reflejo del rechazo creciente del pueblo norteamericano y de un sector del Partido Republicano al vertido ilimitado de miles de millones para armar a Ucrania.

Además, este fraccionamiento de los partidos pilares del Estado burgués norteamericano coincide con un resurgir de la clase obrera con las numerosas huelgas en curso, en particular, las del automóvil.

Rechazo en otros países “aliados”

Varios gobiernos de países del Este de Europa han mostrado serias reticencias a seguir armando a Ucrania. Es el caso de Eslovaquia, donde el partido Smer-SD ganó las recientes elecciones generales. Liderado por el exprimer ministro Robert Fico, el movimiento prometió durante la campaña que el país no enviaría “ni una sola ronda de municiones” a Ucrania y pidió mejores relaciones con Rusia. O de Polonia, que desde la invasión rusa en febrero de 2022, ha sido uno de los principales proveedores de equipo militar a las fuerzas ucranianas. Hace diez días, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, declaró que su país ya no entregaría nuevas armas, contentándose con las entregas previamente acordadas y asegurando que quería concentrarse en la modernización de su ejército. Hay que añadir el hecho de que, a partir de 2024, Varsovia, que es el principal país de acogida, ya no ayudará a los refugiados ucranianos.

Como señalamos antes, Zelenski responde multiplicando sus viajes. El martes 19 de septiembre Zelenski tomó de nuevo la palabra en la Asamblea anual de las Naciones Unidas. Justo es resaltar que la “expectación” que anteriormente despertaba su presencia ha disminuido cualitativamente. A pesar de que la prensa europea lo ha ocultado (no así los medios norteamericanos) Zelenski habló ante un auditorio medio vacío. Parecía que todo el mundo ya sabía lo que iba a decir: presentar de nuevo un “plan de paz” que consiste en pedir más y más armas, ya no se contenta con las bombas de fragmentación –prohibidas en más de cien países– ni con los misiles de largo alcance, ahora son los aviones F 16 último modelo para poder continuar la guerra, o sea la destrucción del país.

El negocio de las armas…

Otros países están cambiando la orientación de su “ayuda”. Por ejemplo, el gobierno francés, que se plantea, según ha publicado un medio francés, que, “si Francia quiere seguir apoyando a Ucrania, ha llegado el momento de un cambio de paradigma. ¿El objetivo? Pasar de una lógica de venta de equipos militares a la de creación de asociaciones industriales.”, explicando cómo, de hecho, el gobierno francés va a reducir sus donaciones gratuitas de armamento en favor de la venta de armas.

A la cabeza de una delegación de una veintena de fabricantes de armas franceses, el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, ha visitado Kiev para firmar contratos. Fue muy claro sobre la guerra de Ucrania: “Estas también son oportunidades para las industrias francesas. Lamento decirlo así, pero hay que aceptarlo”.

Zelenski pide a los fabricantes de armas europeos y estadounidenses que vengan y se establezcan en Ucrania: “Será una asociación mutuamente beneficiosa, creo que es el momento adecuado y el lugar adecuado para crear un gran centro militar”. Que se beneficiaría de los bajos salarios, y los durísimos recortes de derechos laborales que su gobierno ha impuesto, con la excusa de la guerra, a la clase trabajadora de Ucrania. Para los oligarcas, posiblemente, sea todo muy “adecuado”, pero, seguramente, no para el pueblo ucraniano.

En la reunión europea del día 2 en Kiev, convocada por Borrell, en que demuestra aún más subordinación de la UE  a la OTAN, Zelenski ofreció, de nuevo, a todas las empresas de armamento instalarse en Ucrania con todos los beneficios fiscales y ventajas laborales (libertad de despidos, sueldos bajos… )

…Y el mercado del grano

Durante el mes de septiembre, Polonia, Eslovaquia y Hungría se plantaron y exigieron el fin del paso del grano ucraniano a través de sus países. Aunque nos han vendido la necesidad de que se permitieran las exportaciones de grano de Ucrania, diciendo que se trata de evitar una hambruna en países pobres, la realidad es que los cereales ucranianos ya no van a África o a Oriente Medio, sino que se orientan a los mercados europeos mucho más rentables. Y esto provoca la ruina de una buena parte de los campesinos europeos, en particular de los países citados. En particular en el caso de Polonia, los agricultores polacos no venden porque su mercado se lo han comido los que manejan la producción ucraniana.

Y todo ello en beneficio de las multinacionales. Zelenski levantó la moratoria que prohíbe la venta de tierras a extranjeros. Las grandes multinacionales norteamericanas como Monsanto o BlackRock y algunas europeas aprovecharon la liquidación de las granjas colectivas para comprar una buena parte de las tierras fértiles (llamadas tierras negras) de Ucrania y someterlas a un cultivo intensivo. Resultado, hoy el grano de Ucrania se vende a mitad de precio que los cereales europeos (cuya producción y distribución está regulada por la Política Agraria Común-PAC).

La guerra comercial por el control de los mercados de cereales es otro componente de la guerra militar. Y las multinacionales aprovechan la guerra para hacerse con el mercado.

La situación de Zelenski

En Ucrania, y no es simplemente una cuestión militar, hay que señalar que, tras cuatro meses de la tan anunciada contraofensiva, las tropas ucranias han recuperado poco más de 300 km cuadrados, o sea, el equivalente de tres veces el término municipal de Barcelona. Y eso según su propia propaganda de guerra.

Decenas de miles de jóvenes se niegan a ir a la guerra por medio de la evasión, la huida al extranjero o el pago a los generales de falsos certificados médicos, hasta el punto de que Zelenski hubo de destituir a todos los responsables regionales del reclutamiento. El supuesto patriotismo de la juventud ucraniana –si alguna vez existió– se esfumó con el tiempo. Entre la juventud la convicción de que no luchas por la patria sino por el poder de los oligarcas es una realidad. Un fenómeno paralelo a lo que ocurre del otro lado del frente de guerra, en Rusia.

Esto explica el recurso masivo a mercenarios por un lado y otro. Y el hecho de que la prensa española por ejemplo empieza a informar (Como La Vanguardia, que publicó un reportaje sobre una base de entrenamiento en Lleida)

Un último estudio publicado en Ucrania dice que el 73 por ciento de la población considera que Zelenski es responsable de la corrupción. Y que esta es generalizada. A comienzos de septiembre, fue destituido el ministro de defensa, Oleksiy Reznikov que había sido señalado por haber adquirido desde el ministerio suministros militares a precios mucho más altos de los del mercado. Añadamos a esto el que la UE considera que Ucrania sólo reúne dos de las siete condiciones para adherir a la Unión Europea.

No hay que olvidar que Zelenski fue elegido prometiendo “negociaciones con el Donbass” mantener la moratoria para no vender tierras al extranjero, mantener Ucrania neutral… o sea todo lo contrario a lo que hace.

Sólo los pueblos pueden forzar una salida

La guerra está en un impasse –un impasse que devora, según algunas cifras, la vida de 1.000 jóvenes rusos y ucranianos diariamente–, y, sin embargo, se siguen enviando armas y Putin ha aumentado un 34 por ciento el presupuesto militar

En toda Europa los presupuestos incluyen aumentos en estos gastos. Este es el motivo de las nuevas y múltiples manifestaciones contra los gastos militares, Praga y Sofía han sido las ultimas, Los compañeros alemanes de la Campaña contra la guerra, contra la guerra social, preparan para el 25 de noviembre una gran manifestación en Berlín.

Sólo la acción de los trabajadores y los pueblos de toda Europa puede poner fin a la catástrofe.

Sánchez, anfitrión de la Cumbre de Granada, promete a Zelenski lo que Biden parece incapaz de dar… más armas, a costa del presupuesto del país. Aunque Borrell declara que la UE no puede sustituir a los Estados Unidos. En estas condiciones, más que nunca, la lucha por el Alto a la Guerra, está ligada a la lucha contra los presupuestos de guerra… el gobierno en funciones ha gastado más de 13.000 millones desde el 23J.

El combate por la amnistía, por la fraternidad entre los pueblos en España, por las reivindicaciones sociales, como la defensa de las pensiones, es inseparable de la lucha contra los gastos militares.


Manifestación de apoyo al pueblo palestino en España

La Cuarta Internacional se pronunció desde 1947 en defensa de Palestina, contra la partición del territorio y la formación del Estado de Israel. La constitución del Estado sionista de Israel fue adoptada por la ONU bajo propuesta del representante del Kremlin apoyado por los Estados Unidos y la Gran Bretaña, en particular. La creación de este Estado significo un ataque frontal contra el pueblo palestino, la destrucción de centenares de pueblos, la expoliación de sus tierras, la expulsión de más de 700.000 personas.

La opresión del pueblo palestino por parte del Ejército sionista dura ya 75 años.

La Cuarta Internacional y sus secciones se reclaman de la Carta de la OLP de 1966 que plantea la Constitución de la nación palestina sobre todo el territorio histórico, compuesto por todas sus componentes raciales, religiosas o de origen.

En los próximos días publicaremos una declaración del Secretariado Internacional de la IV Internacional sobre los últimos acontecimientos en Gaza y Palestina. Entretanto, participamos en las movilizaciones convocadas en defensa del pueblo palestino, contra la política de los diferentes gobiernos que apoyan al estado de Israel y justifican su política de guerra y destrucción del pueblo palestino.